PROGAMACIONES

Selección de programaciones artísticas diseñadas por Asier Puga.

 

SURREALISMO. Arte, utopía y revolución (Grupo Enigma, temporada 29, 2024)

Esta temporada fue una mirada a aquellos autores y autoras, movimientos artísticos o épocas, que mantuvieron y mantienen esa esencia agitadora que describe y desprende el manifiesto. Como dijo André Breton: "a la cólera y a la inocencia de ciertos hombres que están por llegar corresponderá extraer del surrealismo lo que ha de seguir vivo, y restituirlo, al precio de un buen saqueo, a sus objetivos propios”.


SOBRE LA POSIBILIDAD DE UNA ISLA (Grupo Enigma, temporada 28, 2023)

“¿Qué seres existen en la isla desierta? Sólo cabe responder que allí existe ya el hombre, pero un hombre extraño, absolutamente separado, absolutamente creador, en definitiva una Idea de hombre, un prototipo, un hombre que sería casi un dios, una mujer que sería casi una diosa, un gran Amnésico, un Artista puro. 

Conciencia de la tierra y del océano, eso es la isla desierta, dispuesta a reiniciar el mundo.” 

Causas y razones de las islas desiertas, Gilles Deleuze


SOBRE LA POSIBILIDAD DE LO SALVAJE (Grupo Enigma, temporada 27, 2022)

En la última entrevista que concedió Pasolini antes de que lo asesinaran salvajemente afirmó “pienso que escandalizar es un derecho; ser escandalizado un placer”. Palabras que chocan de lleno con la sociedad cada vez más puritana y autocomplaciente en la que vivimos.

Esta temporada se unificó y estructuró por medio de la palabra. Desde la palabra cantada a la escrita; pasando por la narrada, filmada, gritada, grabada. Voces agónicas, irónicas, sensuales, nocturnas, enfermas, revolucionarias, sexuales, alcohólicas, fantasmales o violentas. Todas las voces tienen voz, y todas ellas se dieron cita en esta temporada para convocar, como un moderno ritual primitivo, la posibilidad de lo salvaje.


SOBRE LO QUE NO SE VE (Grupo Enigma, temporada 26, 2021)

Una agrupación musical con espíritu contemporáneo debe ser una brújula. Una herramienta destinada no a marcar la dirección correcta, sino un medio para sugerir nuevos recorridos a través de nuestra genealogía musical y cultural.

Pienso que una programación con esa finalidad tiene que aspirar a agitar las conciencias. Reivindicar la curiosidad, la búsqueda. Apoyar la generosidad de aquel artista que se ha atrevido a subvertir su presente para mostrarnos que otros son posibles. Ser cómplices, en definitiva, de lo invisible.

Una programación que mira y suena en muchas direcciones, pero con un claro destino: lo que no se ve.